El aula invertida propone una nueva dinámica, en la que los estudiantes asumen un papel más activo en el propio proceso de aprendizaje
Un estudio realizado por Patrícia Rabelo, magíster en Tecnologías Emergentes en Educación de la MUST University y estudiante de doctorado en Educación a Distancia, bajo la dirección de la profesora Rosemary Trabold Nicácio, aborda la implementación del aula invertida en el contexto educativo. La investigación tuvo como objetivo analizar las posibilidades y dificultades que enfrentan los docentes al adoptar esta metodología.
El aula invertida, también conocida como Flipped Classroom, representa un cambio significativo en el paradigma de enseñanza tradicional. En lugar de que los estudiantes reciban instrucción directa en el aula y completen las tareas en casa, se les anima a realizar estudios individuales previos en casa, utilizando videos u otros materiales, y participar activamente en las actividades del aula. Este enfoque busca explorar la curiosidad, la intuición y la responsabilidad de los estudiantes por su propio aprendizaje, proporcionando un entorno más interactivo y dinámico.
La investigación bibliográfica realizada para este estudio abarcó varias fuentes, entre libros, artículos, tesis y disertaciones, que discuten tanto los fundamentos teóricos como la aplicación práctica del aula invertida. La estructura del estudio se dividió en tres capítulos principales: en el primero se discutió el concepto de aula invertida; el segundo abordó las ventajas que genera su uso en educación; y el tercero investigó los desafíos que enfrentan los docentes al implementar esta metodología.
Entre las ventajas destacadas se encuentra el aumento significativo del rendimiento académico de los estudiantes, como lo demuestra una investigación que comparó los resultados de los estudiantes sometidos al aula invertida con los que siguieron el modelo tradicional. Estos estudios indicaron un aumento en el aprendizaje que osciló entre el 49% y el 74%. Además, el aula invertida se adapta mejor al lenguaje y al ritmo de los estudiantes contemporáneos, promueve una mayor relación entre profesores y estudiantes e intensifica la colaboración entre los propios estudiantes.
Sin embargo, la implementación del aula invertida también presenta desafíos importantes. Uno de los principales es la necesidad de que los docentes desarrollen habilidades adicionales, que van más allá del dominio del contenido, como la adaptabilidad al grupo y la capacidad de planificar, monitorear y evaluar actividades significativas. La falta de preparación de los docentes puede representar un obstáculo para el éxito de este enfoque pedagógico.
En definitiva, el aula invertida propone una nueva dinámica de aprendizaje, en la que los estudiantes asumen un papel más activo y responsable en su propio proceso de aprendizaje. Este enfoque es prometedor, con evidencia de avances significativos en términos de rendimiento académico y participación de los estudiantes. Sin embargo, su implementación exitosa requiere un esfuerzo concertado por parte de los educadores para superar los desafíos asociados y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece esta metodología innovadora.
Para leer la investigación completa, acceda MUST Reseñas, Volumen VIII, a partir de la página 477.
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Sobre los autores:
Estudiante de doctorado en Educación a Distancia y e-Learning (Universidad de Minho). Máster en Tecnologías Emergentes en Educación (Universidad MUST). Licenciada en Comunicación Social (Universidad de Fortaleza). Actualmente se desempeña como guionista audiovisual.
Doctor en Educación por la Universidad Estadual Paulista “Julio de Mesquita Filho” (UNESP/Marília). Maestría en Educación, Historia, Política y Sociedad por la Pontificia Universidad Católica (PUC/SP). Actualmente se desempeña como asesora de la maestría en Tecnologías Emergentes en Educación de MUST University.
